IRENE Y ENRIQUE

Oropesa y Lagartera. Toledo

Irene y Enrique son una pareja muy alegre, son de los que continuamente tienen una sonrisa de oreja a oreja y que te contagian en cada momento.

Empezamos con los preparativos en el Parador Nacional de Oropesa, cada uno en su habitación Suite. Enrique decidió no tener mucho alboroto en los preparativos, sin embargo con Irene vinieron sus mejores amigas a acompañarla en estos momentos de tensión y nervios antes de la ceremonia.

Decidieron casarse en la Parroquia de Oropesa de Nuestra Señora de la Asunción con una ceremonia muy emotiva y elegante.

Y para celebrarlo, lo hicieron en el patio condal del Parador Nacional de Oropesa, decorado por Tomás Alía, hermano del padre de Enrique, es un diseñador y promotor de la artesanía española, referente en el ámbito de la arquitectura de interiores y el diseño español de las últimas décadas, reconocido internacionalmente. Las mesas fueron decoradas con un gusto exquisito con cerámica de pequeños pucheros y cuencos de barro hechos a mano con velas en su interior para darle un toque acogedor y cálido.

La noche fue larga, donde hubo muchas sorpresas y diversión, una gran fiesta de luces y colores puso el telón de fondo a esta increíble boda. 

Después de su luna de miel hicimos la postboda,  comenzando el Lagartera, en una casa típica de Enrique, donde se sique manteniendo la tradición de la entrada a la vivienda con numerosos platos y bajillas antiguas por toda la pared y el típico sillón y arcones de madera donde se guarda la mantelería y trajes típicos de Lagartera con cientos de años antigüedad. Finalizamos la postboda dando un paseo por las murallas del castillo, el Parador de Oropesa y los caminos colindantes de la dehesa donde se nos hizo de noche, quedando el resplandor del castillo como telón de fondo.